De maga a mariposa

La oruga se arrastraba bajo el peso de su propio cuerpo, acumulado por años de experiencia, alguna felices y otras en forma de sinsabores. La oruga era un ser muy amoroso, aunque no lograba quererse a sí misma puesto que no se sentía guapa.
Es por esto que cierto día decidió partir de su hogar y adentrarse en las profundidades del bosque, donde decían se hallaba el elixir de la hermosura. Nadie sabía de forma segura si realmente el mismo existía, de modo que la oruga no sabía si se trataba de algo cierto o de un mito. Empero, ella, en su afán por embellecerse y así poderse amar a sí misma, mantenía la esperanza de encontrar dicho remedio. Así que empezó a buscar, penetrando en cada rincón de la espesura y buscando por cada recoveco. Pero nada encontraba. Aun así, ella no perecía.
Finalmente, tras largo tiempo sin descanso y sin apenas comer, se dejó caer, rendida. Y entró en un profundo sueño. Durante dicho letargo, asomaron de su inconsciente miles de imágenes de cosas tan bellas que nadie habría podido imaginar, y menos aún definir con palabras. A su vez, de cada una de aquellas bellas imágenes surgía un fino hilo de seda dorada que pasaba a posarse sobre su cuerpo. Y así sucesivamente hasta que quedó completamente envuelta e inmersa dentro de un resplandeciente capullo sedoso.
Fue cuando despertó que se dió cuenta de que tanta belleza había brotado de su propio interior. Siempre había estado allí, pero a ella, ocupada en tratar de verse guapa por fuera, se le había pasado totalmente desapercibido. Y cuando se empezó a sentir hermosa y bella, sin importarle ya su apariencia física, fue entonces que el capullo se abrió, dejando entrar la luz del sol. La oruga se abrió paso suavemente a través de la grieta y, en la dirección de los rayos que le alcanzaban la tez, esta vez voló, en forma de una preciosa mariposa de color azul con unos dibujos en sus alas que recordaban el ojo del corazón siempre abierto, el ojo que todo lo ve, y que en todo su luz esencial ve. Estos ojos eran del color de la miel, y siempre miraban con Amor, de corazón a corazón.




"Todos, sin excepción, somos ya bellos seres perfectos en esencia. En nuestro interior late un auténtico tesoro, y tan sólo cabe leer en el mapa que nos guía hacia él. Este mapa se encuentra en el corazón, así que sencillamente hay que mirar en el mismo. Este cuento es una invitación a reconocer la propia hermosura, dado que en todas las personas dormita la mariposa azul. Felicidades, eres un precioso ser de luz."


El libro Mágico de las Mariposas Azules